Entre la ley y la cotidianidad: El acto espiritual del robo.

22.09.2016 23:43

 

 

Entre la Ley y la Cotidianidad. El acto espiritual del robo.

 

Valores que desaparecen de tu conciencia. Imaginaciones que cortan el presente. 

Elegir o no elegir, escapar de las creencias. 

Hacerse dueño de tu realidad, ya obsoleta por los condicionamientos. 

Vale mas un hogar vacio que cada día gasta miles de litros de agua para mantener un cesped verde, que un lugar habitado pero que la legalidad no permite su subsistencia. La loca voz sagrada del poder legitima todo su saber y lo hace único e inalcanzable, y mucho menos adaptable a otros saberes. 

La vara de la ley golpea nuestras cabezas encasillando nuestra mirada y limitando nuestra responsabilidad. 

Cada vez menos humanos, cada vez menos mamíferos. Cada vez más cercanos a un cálido computador numérico entre logaritmos y sucesiones. 

 

Hoy, en lo práctico, okupo, reciclo, y si se necesita, incluso apago algún que otro fuego. En lo espiritual, pongo a la Tierra en el centro, para cuidarla, amarla. Y aceptar la abundancia que ella me entrega, que es TODO, sin dinero, sin juicio, sin lucha. En el discurso, soy ilegal, fuera de una norma que jerarquiza, que reprime y que subjetiva. 

Para beber agua, hay que dejarla caer de una manera, y no vale cualquier manera. 

 

Por suerte o por causalidad, la sorpresa nunca miente, y aparece para deconstruir cualquier situacion de rutina, y solo el viento, el sol o la luna pueden generar un proceso cíclico. 

Un derecho, el de las miradas, que penetren en nuestros cuerpos como una grano de humanidad. No son palabras poéticas, son un sin fin de prácticas que te acercan a lo inacercable, que te conectan con lo inimaginable. 

 

Confiar, cercania... estados de amor en lo cotidiano, fuera de la ley, obsoleta en el corazon. Me cansa tu pérdida de seguridad por apego a un miedo, cultural, familiar, irreal.

 

Pues sí, lo reconozco, sigo leyendo y leyendo casos de abusos económicos (vean lo pasado con el banco de España, o los altos cargos de la TMB en Barcelona...) , sociales y culturales que el Estado legítima, permite, mientras otras personas son acusadas sin límites de juicios de valor, que en la práctica les oprime, les amordaza. Por tanto, si, hoy decido aprovecharme de este estado que jerarquiza nuestras relaciones, y reprime nuestro actos. 

 

No quiero dar un segundo de mi energia vital a este Estado que no solo nopermite mi autonomía, sino que además la prohibe, un Estado sedante , ahogante...  El dinero que recibo de ellos, es infimamente menor a los actos cotidianos es los que el Estado me reprime, y no me permite coger las riendas de mi vida. Es la deuda eterna del estado con mi libertad... ojala se entienda este discurso. 

 

Es por tanto, que aprovecharse es un acto de solidaridad con la abundancia de la naturaleza, y no con el naturicidio de la humanidad. 

 

Robar  a la nobleza social, no como acto de delinquir sino como acto de bandidaje social. Un equilibrio necesario. Robar no es pues solo un acto de rebeldia, sino un acto de sanación, de equilibrio, robar es buscar tu autonomía, agradecer la abundancia que la vida, nos regala. 

 

Cambiar el sentido del dinero es robar los intereses personales que ahogan la emoción del mundo. 

 

Robemos hasta que la palabra pierda su significado. 

 

 

 

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